Coincidiendo con un siglo convulso en el territorio europeo, España vive un seiscientos marcado por la crisis (social, económica, política) y la decadencia (pérdida de la hegemonía en Europa). Algunos aspectos a destacar serían: Los reyes de este siglo, que normalmente llamamos Austrias Menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II), delegan el poder real en una figura nueva, los validos, entre los que sobresale el conde-duque de Olivares, favorito de Felipe IV. La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) tuvo como resultado la sustitución de España como potencia hegemónica en Europa. Francia dominaría a partir de entonces el escenario continental. En 1640, coincidiendo en el tiempo con el conflicto europeo, pero sin relación con él, estalla en España una crisis de hondas raíces y enormes consecuencias. Cataluña y Portugal se levantan al tiempo contra la monarquía (¿contra Castilla?), resultando la independencia de Portugal y el sometimiento de Cataluña, aunque paralizando la aplic